No solo hay salmón en Chile: la empresa que invertirá US$ 90 millones para producir palometa en la Región de Coquimbo
Atacama Yellowtail afina los últimos detalles para comenzar con la construcción de un proyecto que busca producir hasta 4.000 toneladas anuales en la Región de Coquimbo. Aseguran que ya tienen "todo vendido" a una firma canadiense.
- T+
- T-
La iniciativa tiene su origen alrededor de una década atrás, en el marco de un análisis público-privado que se hizo para pensar en la diversificación de la industria acuícola más allá del salmón, que concentra el sector en el país y mercado en el cual Chile es el segundo actor principal a nivel global.
Y así, una de las especies en que se posaron las miradas fue el seriola lalandi, más conocido como palometa o dorado. Este mercado despertó el interés de un grupo de inversionistas que está afinando los últimos detalles para instalar sus pisciculturas en la bahía de Tongoy, en las cercanías de Puerto Aldea, en la Región de Coquimbo.
La empresa que formaron se llama Atacama Yellowtail (como se conoce al dorado en inglés, por su cola amarilla) y, además, busca marcar una diferencia con la acuicultura que hasta ahora existe en Chile: todo el proceso productivo se realizará fuera del mar.
“La tecnología que se está usando es de borde, es tecnología RAS (Recirculation Acuiculture System), que permite recrear el ambiente óptimo que requiere el animal en cautiverio, en este caso, para expresar su máximo potencial de crecimiento”, dice Jorge Urrutia, gerente general de Atacama Yellowtail.
El 51% de esta compañía será detentado por un Fondo de Inversión Privado (FIP) Best Potential -el cual incluye capitales tanto de particulares como de Corfo-, que es administrado por Novel Capital.
Jaime Varela, presidente de esta última entidad, dice estar convencido de que esta tecnología es el futuro de esta industria. “Nosotros nos podríamos instalar en la Plaza de Armas y tú puedes tener el ambiente ideal para ese pez. Todo lo que es en temas medioambientales, es maravilloso (...) Aquí no estamos inventando la rueda, en países desarrollados, como Israel, Canadá, EEUU, ya están haciendo esto”, sostiene.
“La salinidad, el control de vectores patógenos se minimiza, porque esto está en una ambiente con bioseguridad, a diferencia de la crianza en flujo abierto”, agrega Urrutia.
El negocio del dorado
El otro inversionista principal es FDU (37%), sociedad ligada al propio Urrutia junto a Bruno Fritsch y Juan Sebastián Duch. La propiedad la completan Aqua Maof (5%), empresa israelí que desarrolla la tecnología RAS; Inno Sea (5%) y Aleta SpA (2%).
En total, el proyecto contempla una inversión de US$ 90 millones, que se desglosan en tres etapas. La idea es comenzar produciendo 900 toneladas anuales, luego pasar a 1.800 y, finalmente, alcanzar la meta de 4.000.
Según Varela, otro factor que los llevó a interesarse fue la alta demanda internacional que tiene esta especie, conocida alrededor del mundo como hiramasa. El precio, afirma, ronda los US$ 16 por kilo, casi el doble de los US$ 8 en torno a los cuales fluctúa el del salmón.
“Toda la producción que nosotros tendremos, desde la primera etapa hasta la última, ya está vendida”, dice el presidente de Novel Capital. Se asociaron a una firma candiense que distribuye productos marinos en ese país y también a Europa y Japón, que compraría toda la producción de Atacama Yellowtail.
“Creemos que esto es el futuro, nos guste o no. Los plazos (de producción) son más acotados, los costos son más razonables y el costo medioambiental…no tienes todo ese ruido que se genera a nivel mundial y que la sociedad está exigiendo”, enfatiza.
¿Qué falta?
Urrutia explica que ellos “no escapan de la realidad” que es la permisología en Chile, por lo que aún les falta obtener tres permisos sectoriales para comenzar con las obras, aunque los ambientales ya estarían todos listos.
A pesar de eso, Varela destaca que “hemos tenido una muy buena acogida de las autoridades tanto regionales como estatales, han sido muy proactivos (...) Nos han acompañado en todo este camino”, recordando, además, que Corfo tiene capitales en el proyecto. De hecho, en enero, incluso participaron en una reunión junto al Presidente Gabriel Boric.
Tras terminar con los permisos, vendría una etapa de construcción de entre 12 y 14 meses, para luego comenzar con la primera etapa de 900 toneladas. Esto, esperan, sería entre 2025 y 2026. Las operaciones se emplazarán en un terreno de unos 54 mil m2.
“Nosotros queremos generar valorar valor a la comunidad”, plantea Varela, y cuenta que, en esa línea, por ejemplo, también van incluir un “chiringuito (restaurante) para generar turismo y que las personas puedan conocer las instalaciones”. Por otro lado, esperan que durante la construcción se generen entre 150 y 200 puestos de trabajo. Ya en operación, a máxima capacidad, las faenas requerirían de 120 trabajadores.
No es la única empresa apostando por la palometa. También lo hace Acuinor, empresa ligada a la familia Lacámara, que según relató un reportaje de DFMAS busca escalar su producción hasta las 1.000 toneladas.
¿Piensa Atacama Yellowtail en más centros de cultivo? “Nosotros no dudamos del éxito de esto. Y de todas maneras, sí, por supuesto”, adelanta Varela.